El derecho a la ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Desde el 20 de mayo de 2013 la Marcha Mundial Contra Monsanto (hoy Bayer-Monsanto) es de las más importantes a nivel global. La celebran más de 400 ciudades en cerca de 40 países, protestando por los peligros que rodean a sus semillas transgénicas y a sus agrotóxicos asociados, que - como el herbicida Roundup o glifosato - está vinculados al cáncer, violan los derechos humanos básicos y son culpables del actual ECOCIDIO.


Hace 19 años se aprobó en Bolivia el primer evento transgénico de la soja RR de Monsanto, de la mano de la ANAPO y otras organizaciones agroindustriales. Desde entonces, los cultivos de transgénicos y el uso de agrotóxicos han crecido de manera desmedida. Alrededor del 90% de la tierra cultivable de Bolivia se utiliza para monocultivos industriales transgénicos, y 180 millones de kilos/litros de agrotóxicos son esparcidos cada año en el país; es decir 16 litros de veneno por persona)

Se han encontrado agrotóxicos en el 90% de los alimentos procesados, en las frutas, verduras y cereales; también en pañales, toallitas femeninas y demás productos de algodón. El glifosato está en la sangre, orina y en leche materna humana, así como en los ríos y hasta en agua de lluvia. Y es por esta razón que las enfermedades crónicas e inmunológicas nos están diezmando.

Las organizaciones de la sociedad civil agrupadas en la Plataforma “Bolivia Libre de Transgénicos” nos plegamos a esta movilización mundial contra la transnacional Monsanto-Bayer que se realiza todos los 20 de mayo.

Desde hace 8 años consecutivos que estamos denunciando a los gobiernos de turno de Bolivia, a ministros, senadores y diputados, que - sin importar de qué partido sean - se han encargado de promover este modelo, sin importarles la salud del pueblo boliviano.

Pero también hemos sido críticas de las Universidades que firman convenios con las peores corporaciones, para formar profesionales moldeados por las empresas y a disposición de ellas; y con los medios de comunicación masivos, quienes - auspiciados por las corporaciones genocidas - son cómplices y partícipes necesarios de la desinformación y naturalización de este genocidio silencioso.

No es posible que el Estado continúa con su discurso sobre “Soberanía Alimentaria” y los “Derechos de la Madre Tierra”, mientras da curso a que las transnacionales de las semillas y la alimentación se instalen libremente en Bolivia y que encima les favorezca en sus importaciones, dictando que no paguen impuestos (DS 4207) por los venenos que introducen al país sin ningún control. 

Nada más Colonial, Dependiente y Patriarcal que someter el Estado Plurinacional de Bolivia al dictamen de las transnacionales.

No queremos a Bayer/Monsanto y a sus amigos en Bolivia
No queremos semillas transgénicas - No queremos agrotóxicos en los alimentos - No queremos agrocombustibles para la maquinaria extractiva.


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