Carta al presidente acerca de la importación de 400 mil toneladas de MAIZ TRANSGENICO

La presente carta es elaborada por la Plataforma BOLIVIA LIBRE DE TRANSGENICOS y fue presentada el día 13 de septiembre de 2016 al Presidente Evo Morales, la Ministra de Desarrollo Productivo y economía Plural - Ana Verónica Ramos Morales, el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras - Cesar Cocarico; la Ministra de Salud - Ariana Campero Nava; la Ministra de Medio Ambiente y Agua - Alexandra Moreira López; la Ministra de Justicia - Virginia Velasco Condori y el Viceministro de Defensa de los/las usuraios y de los/las Consumidoras.


Contiene 5 preguntas sobre la importación de maíz (transgénico).




Señor:
Excelentísimo 
Evo Morales Ayma,

Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia


Nos dirigimos a su persona para que nos aclare información contradictoria que se va difundiendo desde hace algunos días.


Somos muchos los bolivianos que necesitamos información precisa como consumidores, como productores agroecológicos, y como ciudadanos preocupados por nuestros alimentos y nuestras semillas nativas.


La preocupación surge ante la importación de maíz aprobada recientemente y que fuera en respuesta a la solicitud expresa de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) a través de su presidente, Julio Roda y que supuestamente serviría para cubrir el déficit de la producción interna causada por las recientes sequías (básicamente para el sector avícola y de porcinos).


Esta importación de 400 mil toneladas de maíz de origen argentino seria de organismos genéticamente modificados o transgénicos, tal como lo ha mencionado el Ministro Cesar Cocarico en las últimas declaraciones a la prensa, y ratificado por la Ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Ana Verónica Ramos Morales.

No se sabe qué tipo de organismo genéticamente modificado se importará (evento), ni la cantidad de químicos que tiene. Lo que sí sabemos son los graves impactos que tendrán en el medio ambiente, en la contaminación de las más de 77 razas de maíz nativo y sus miles de variedades que tenemos en Bolivia, en los efectos en los animales que los consumirán y nuestra salud como consumidores. Corremos el peligro de acabar con la producción nacional tal como ocurrió en México, ante la contaminación del maíz nativo. Eso se llama perder la soberanía y la seguridad alimentaria.

Usted, señor presidente, avaló esta importación en diferentes entrevistas y dejó establecido además en su último paquete de 12 Decretos, específicamente el D.S. 2857, que seria para “facilitar” la importación de maíz, semillas de arroz y agroquímicos. 

La facilitación estaría orquestada para que los camiones que importan la mercadería pasen sin los debidos controles tanto de la Aduana Nacional, SENASAG e INIAF. La importación la haría directamente la entidad pública “Insumos Bolivia”. Nos llama la atención toda esta frenética actividad, aún cuando los responsables de EMAPA indican que existe suficiente reserva de maíz y que no es necesario importar. 

Esta importación exprés no sigue la legislación boliviana y pone en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria de todos los bolivianos.

Ahora, considerando que el Sr. Julio Roda ha declarado públicamente que esta importación va a ser de “maíz transgénico” de procedencia Argentina, necesitamos que nos responda por escrito las siguientes interrogantes:             

1. El modelo de agricultura sostenible se basa en la producción local con insumos locales. La importación sugerida, va a agudizar aun más la crisis del sector agropecuario. Ya que la producción de transgénicos no es sostenible ni en lo económico, y mucho menos en lo social y medioambientalmente. Si realmente estamos frente a una emergencia por la sequia, porque no importar maíz u otro grano que no sea transgénico ¿Porque insistir solo en maíz transgénico argentino?

2. Esta importación pone en peligro de extinción a nuestras variedades de maíz que son parte fundamental de nuestra biodiversidad y que representan “nuestras raíces” en sus múltiples colores rojo, amarillo, blanco, café y morado, con sus múltiples platos de nuestra culinaria nacional.

Cómo se piensa proteger a nuestras variedades bolivianas de la contaminación genética? 


3. Creemos que la forma en que se va a importar las 400.000 toneladas de maíz genéticamente modificado no va a permitir la identificación de productos que contengan o deriven de OGM. Existe incluso el riesgo de que estos tóxicos vayan a parar al desayuno escolar e incluso se camuflen como producción nacional.
Ya que está en vigencia la ley de etiquetado de OGM.

¿Cuál es el mecanismo por el cual los consumidores van a poder identificar estas 400 mil toneladas de transgénicos en los productos que compran y consumen?

4. La Constitución Política del Estado expresamente prohíbe la “importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados Articulo 255 inciso 8. Además los OGMs están prohibidos y regulados por otras leyes y decretos (Anexo 1). 
Independientemente de la posible futura importación de 400 mil toneladas de maíz genéticamente modificado, tenemos conocimiento y se ha denunciado en la prensa nacional de la existencia actual en el país de cultivos transgénicos ilegales de arroz, algodón y maíz. En su gestión de gobierno es inexistente la fiscalización y/o destrucción tanto de importación de OGM como de cultivos. No hay decomisos, no hay incineración, multas y/o sanciones penales, nada en contra de los infractores.

¿Cuál es la explicación que le da al pueblo boliviano de las violaciones a nuestra Constitución y Leyes, especialmente a la Ley de la Madre Tierra? 

5. Bolivia tiene un área de tierra productiva de más de 3 millones de hectáreas, espacio suficiente para producir alimentos nutritivos, libres de tóxicos para los y las bolivianas. Además Bolivia está entre los 10 países con mayor diversidad del Planeta. Esta diversidad también se refleja en nuestras variedades agrícolas; fruto de miles de años de selección de nuestros ancestros. 

Desafortunadamente los agronegocios han acaparado estas áreas productivas para la producción transgénica en desmedro de nuestra alimentación sana y del medio ambiente. 

La solución del problema rural y la soberanía alimentaria pasa por priorizar las inversiones que garantizan la producción agroecológica, tradicional y convencional.

El sector agroindustrial no aporta en lo más mínimo en la generación de divisas al país, sin embargo es el que ha estado recibiendo toda clase de incentivos, comenzando por el subsidio al diesel de hasta 600 millones de dólares al año y otros incentivos que solamente apoyan a los agroindustriales (mayormente extranjeros) que producen soya transgénica. 

¿Por qué Usted le da toda clase de incentivos a este sector, cuando los que nos han estado alimentando son los pequeños campesinos y productores locales?. 

¿Porque su gobierno fomenta a sectores que solo defienden intereses transnacionales que buscan la privatización de nuestras semillas e insumos agrícolas buscando acumular más riqueza y generando dependencia de todos los productores a nivel mundial?. 

Señor presidente, esperamos una respuesta suya, de acuerdo a las normas establecidas por Ley.


Cc/ Ministerios correspondientes a la temática


Para mayor información vea:




o WEB: www.bolivialibredetransgenicos.blogspot.com

Adjunto:


Anexo 1:
Violaciones a la legislación boliviana que se hace con la importación de maíz y semillas transgénicas.  

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