¿Hacia la legalización del uso de semillas transgénicas?

Articulo del Dr. José Luis Saavedra Profesor en la UMSA (11 de febrero 2018)

Mientras estábamos movilizándonos por la abrogación del Código del Sistema Penal, el gobierno del presidente Evo perpetró subrepticiamente un par de golpes (bajos) a la seguridad y soberanía alimentarias del país: 


uno, el acuerdo que firmó con los agro-empresarios el pasado 19 de diciembre en Santa Cruz, 

y otro, el Seminario Agronómico “Implementación de cultivos transgénicos o  genéticamente modificados, como alternativa de mejoramiento a la producción”, desarrollado del 26 al 27 de enero de 2018  también en Santa Cruz.

   

El nefasto acuerdo entre el Gobierno y los agro-empresarios


De acuerdo con la Fundación Tierra, el acuerdo (del que se ha hablado muy poco por las propias contingencias y urgencias de la movilización popular por la abrogación) entre el Gobierno nacional y los agro-empresarios implica, entre varias otras implicaciones (valga el pleonasmo), la “legalización” de las quemas ilegales de bosques de los últimos ocho años, el “blindaje” de los títulos de los agro-empresarios de propiedad agraria aun con vicios de nulidad, y la autorización de la libre exportación de soya, sorgo, carne de res, azúcar, alcohol y subproductos, que:

• Uno, será prácticamente eliminada la reserva natural de  Guarayos, de más de un millón de hectáreas (más grande que el TIPNIS), con el único fin de reconocer “asentamientos” e “inversiones” ilegales, en contra de la subsistencia de los pueblos y culturas indígenas.

• Dos, el gobierno se comprometió a aprobar el uso extendido de semillas transgénicas y de agroquímicos sin ningún tipo de registro, ni control. Además de la soya, los agro-empresarios ampliarán el uso de semillas transgénicas a los cultivos de maíz, algodón y caña de azúcar.

 

¿Cómo afectan estos acuerdos a la salud de las personas?


De acuerdo con Roger Carvajal, “estos acuerdos incluyen un enorme daño a la naturaleza y también una severa afectación a la salud, porque en el tema de los transgénicos (el gobierno) está prácticamente predispuesto a apoyarlo y seguramente lo va a aprobar, afectando no solamente la seguridad alimentaria sino y fundamentalmente la inocuidad de los alimentos, que van a estar cargados de pesticidas, transgénicos, y éstos sabemos que -por diferentes mecanismos- son condicionantes de enfermedades graves.

Los pesticidas son causantes de cáncer y de otras patologías metabólicas, también afectan a los insectos benéficos, provocan que se eliminen una serie de plantas que son, asimismo, de (suma) importancia para la producción, se mueren muchos peces y batracios, con lo cual no hay quién controle los vectores y aparecen las enfermedades virales como la fiebre amarilla, (la fiebre) chikungunya, etc., altera pues el ecosistema” . Ver AQUI: https://soundcloud.com/radiosomossur/el-nefasto-acuerdo-gobierno-agroempresarios-19-de-dic-2017

 

Implementación de cultivos transgénicos o genéticamente modificados


El 26 de enero de este año se realizó el seminario organizado por el Ministerio de Gobierno, los partidarios del Movimiento Al Socialismo (dizque Juventudes rebeldes), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE),  entre otros.

Dicha conferencia denominada “Implementación de cultivos transgénicos o genéticamente modificados, como alternativa de mejoramiento a la producción”, estaba destinada a hacer propaganda a favor de las semillas transgénicas, confundiendo biotecnología con transgénicos, y a deslegitimar la lucha que por años se ha realizado como sociedad civil ante la amenaza de los agro-tóxicos, los transgénicos y la deforestación, que son parte fundante del modelo (hoy vigente) del agro-negocio en Bolivia.

Aquí conviene citar a Alejandra Crespo, activista de Codapma (“Coordinadora por el Medio Ambiente”), quien refiere que se trata de incorporar más transgénicos en Bolivia, es decir más eventos de soya, maíz, algodón y caña de azúcar. Frente a ello, “nosotros (estamos) preocupados porque la misma CPE (Art. 255, numeral 8) prohíbe los transgénicos, que ha sido (resultado de) la lucha del pueblo boliviano en contra de estos cultivos, que lo único que hacen es aumentar el uso indiscriminado de agro-tóxicos, promover los monocultivos y ampliar la frontera agrícola. (Se trata pues) de un sector (de los agro-negociantes) que sólo le interesa exportar y dejar pasivos ambientales. Vemos cómo estamos importando cada vez más cantidad de alimentos, más de 600 millones de bolivianos se destinan a la importación de alimentos, y estamos entre los 20 países que gastamos más en alimentos, precisamente porque importamos. Y esto se debe justamente a que las tierras de vocación o de producción agrícola se las está dando a este sector del agro-negocio, que lo que busca, como bien dice su nombre, sólo es hacer negocios a costa de devastar Bolivia y a costa de no garantizar la seguridad y soberanía alimentarias”.

Más aún, “los transgénicos, que son semillas genéticamente modificadas, vienen con grandes cantidades de agro-tóxicos. Entre los impactos que se señalan, en el caso de la salud, se le atribuyen enfermedades como el cáncer, resistencias frente a los antibióticos, cada vez las personas tienen que utilizar más remedios para combatir algunas enfermedades, esterilidad y malformaciones”.

Además de los impactos en la salud, también están los impactos ambientales, tales como la contaminación del agua y suelo.      

¿Cuál es la alternativa?, superar el capitalismo en su fase más salvaje y regresiva: el extractivismo y optar por un modelo económico y político radicalmente bio-céntrico, es decir centrado en el florecimiento de la vida y de la vida en toda su plenitud!!!

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