La prohibición de OMG en Europa. ¿Y España qué?

Carta al partido PODEMOS de España desde las  Plataformas por la Soberanía alimentaria de los Pueblos.

Uno de los puntos recogidos en el programa inicial para las elecciones europeas fue la prohibición, en todo el territorio, del cultivo de organismos modificados genéticamente (OMG), así como el establecimiento de instituciones independientes de las empresas que pudieran verificar la seguridad de los productos importados. 

Esto se enmarcaba en una serie de propuestas relacionadas con el apoyo a la agroecología, que los movimientos sociales acogimos con agrado. Esta posición ha sido ratificada más recientemente por el círculo de Soberanía Alimentaria y el Círculo 3E. 




Desde distintos movimientos sociales queremos invitar a Podemos a mantener en su programa para las elecciones nacionales generales su postura de rechazo al cultivo de transgénicos, y su compromiso a utilizar las herramientas que estén a su alcance para hacer efectivo este rechazo en forma de medidas reales en favor de la población. 

Aunque la nueva Directiva aprobada por la UE en enero de 2015 puede agilizar la autorización de nuevos cultivos transgénicos a nivel europeo, los Estados miembros tendrán en adelante la posibilidad de rechazar en su territorio el cultivo de OMG, sin que esto perjudique su utilización en investigación. Esta decisión puede ser justificada por el gobierno de distintas formas, una de las cuales es la defensa de la producción ecológica (2) . 

Mientras que países con una mayor conciencia ambiental como Alemania, Francia y Noruega han rechazado tajantemente el cultivo y utilización de organismos transgénicos en alimentación, España continúa siendo su principal productor en la UE, con el apoyo de partidos como el PP, Ciudadanos y PSOE. 
Algunas naciones, como Escocia, han decidido prohibir el cultivo a petición de su industria agroalimentaria, que considera esta medida como una protección de su imagen de calidad y de su compromiso con un modelo alimentario capaz de aportar productos de alto valor añadido (3) . 

Los alimentos transgénicos son ampliamente rechazados por los consumidores de todo el mundo (el 61% de la ciudadanía en la UE (4 ), y su expansión en los mercados se ha debido principalmente a la infatigable presión de la industria. 
Por otra parte, tras casi 20 años de comercialización, las grandes promesas de los cultivos transgénicos están muy lejos de hacerse realidad: 

http://ec.europa.eu/public_opinion/archives/ebs/ebs_341_en.pdf



• Ni han aumentado el rendimiento de los cultivos, cuyo incremento en estos años se debe principalmente a la mejora vegetal convencional (5) 
• Ni han mejorado la calidad de los alimentos y del medio ambiente (6) 
• Ni han contribuido a solucionar el problema del hambre del mundo (7) 

Muy al contrario, los cultivos transgénicos comercializados hasta la fecha han apuntalado y exacerbado un modelo de agricultura industrial incompatible con la creciente demanda social de soberanía alimentaria y de una producción agroecológica capaz de conservar un medio rural ambiental y socialmente vivo, y de producir alimentos saludables para todas las personas. 

Pese al bombardeo mediático que repite las bondades de los cultivos transgénicos, la realidad es que la práctica totalidad de la superficie sembrada con OMG en el mundo está ocupada por cuatro cultivos: soja, maíz, algodón y colza, destinados en su mayor parte a la producción de piensos compuestos para una ganadería intensiva tremendamente ineficaz en el uso de recursos y dañina en términos de cambio climático. 

Las dos características fundamentales de estos cultivos son la tolerancia a herbicidas (en torno al 80% de los cultivos) y la producción de toxinas insecticidas (Bt). (8) 

De hecho, el cultivo transgénico más extendido en el mundo es la soja resistente a glifosato, un herbicida declarado recientemente “probablemente cancerígeno para los seres humanos” por la Organización Mundial de la Salud (9). 

Por otra parte, la aparición y expansión de “malas hierbas” resistentes a los herbicidas y de insectos resistentes a las toxinas Bt (10), asociada a los transgénicos han llevado a una utilización creciente de agroquímicos cada vez más tóxicos (11). 

En EEUU catorce “malas hierbas” resistentes al glifosato infestan ya más de 25 millones de hectáreas (12) (una superficie equivalente a la mitad del territorio español), y se han autorizado ya OMG resistentes a varios herbicidas, incluyendo algunos considerados muy dañinos, como el dicamba y el 2,4D. 

Debido a ello, la industria presiona actualmente a través de las negociaciones del TTIP para levantar las restricciones europeas a algunos pesticidas y aumentar los niveles de residuos admisibles en los alimentos. 

En España, el propio MAGRAMA reconoce no conocer la prevalencia del taladro del maíz (plaga que debe combatir el maíz insecticida Bt, el único transgénico cultivado en la UE). 

El Gobierno de Aragón (donde mayor superficie se cultiva con este maíz) reconoce en su informe técnico de inicio de este año que “los daños producidos por la plaga de taladro en estos últimos 5 años no han sido relevantes en la mayoría de los casos, y las producciones de las variedades convencionales han sido tanto o más altas que sus variedades transgénicas” (13) y por ello invita a una profunda reflexión sobre su uso. 

La introducción de OMG representa además un peligro para la agricultura ecológica, pues se ha demostrado que la contaminación genética es inevitable incluso a considerables distancias y en España se han dado diversos casos (14) . 
Por otra parte, en las últimas décadas la industria de los transgénicos se ha convertido en un poderoso sector económico dominado por grandes transnacionales del sector farmacéutico y agroquímico, que mueven enormes cifras de negocio y ejercen una desmedida influencia sobre los gobiernos, presionando a todos los niveles para promover sus intereses y atacando de forma virulenta cualquier crítica o evidencia que cuestione la seguridad y bondad de los OMG. 

Ha conseguido así que en la evaluación de seguridad de estos productos no se exijan estudios independientes ni a largo plazo, sino que buena parte de la información procede de las propias empresas y no ha sido contrastada por la comunidad científica. 

Aquellas investigaciones que aportan indicios sobre daños para la salud y/o para el medio ambiente no se tienen en cuenta, ni se atienden las peticiones de investigar más a fondo unos resultados preocupantes en términos de seguridad (15). 

Y aunque reclama para sí derechos de invención muy amplios (patentes) sobre los OMG, la industria ha conseguido asímismo evitar toda responsabilidad por sus posibles impactos. 

Por estas razones, reiteramos la petición de que el programa de Podemos para las elecciones generales mantenga el rechazo a los cultivos transgénicos. Estamos a vuestra entera disposición para aclarar cualquier duda que consideréis oportuna. 

Un cordial saludo,

NOTAS

1 Directiva (UE) 2015/412 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de marzo de 2015, por la que se modifica la Directiva 2001/18/CE en lo que respecta a la posibilidad de que los Estados miembros restrinjan o prohíban el cultivo de organismos modificados genéticamente en su territorio http://www.magrama.gob.es/es/calidad-y-evaluacionambiental/temas/biotecnologia/directiva_2015_412_prohibicion_cultivo_tcm7-391002.pdf 

2 Greenpeace. 2015. Cómo establecer prohibiciones de cultivos transgénicos. 

3 ¿Cultivo de transgénicos? En Escocia, no. Disponible en: elsemanario.com/116197/cultivode-transgenicos-en-escocia-no/ 

4 Comisión Europea. 2010. Special Eurobarometer, Biotechnology

5 Gurian-Sherman D. Failure to yield: Evaluating the performance of genetically engineered crops. Cambridge, MA: Union of Concerned Scientists; 2009. Disponible en: http://www.ucsusa.org/assets/documents/food_and_agriculture/failure-to-yield.pdf. 

6 Agriculture at a crossroads: Synthesis report of the International Assessment of Agricultural Knowledge, Science and Technology for Development: A Synthesis of the Global and Sub-Global IAASTD Reports. Washington, DC, EEUU: Island Press; 2009. Disponible en: http://www.unep.org/dewa/agassessment/reports/IAASTD/EN/Agriculture%20at%20a %20Crossroads_Synthesis%20Report%20%28English%29.pdf. 

7 “Agroecology and the Right to Food”, Report presented at the 16th Session of the United Nations Human Rights Council [A/HRC/16/49], 8 March 2011 

8 James C. Global status of commercialized biotech/GM crops: 2012. ISAAA; 2012. Disponible en: http://www.isaaa.org/resources/publications/briefs/44/download/isaaa-brief-44-2012.pdf.

9 International Agency Research on Cancer. IARC Monographs Volume 112: evaluation of five organophosphate insecticides and herbicides. Publicado el 20 de marzo de 2015. Disponible en: http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf 

10 Tabashnik,B.E., Brévault, T.Carrière, Y. Insect resistance to Bt crops: lessons from the first billion acres. Nat. Biotechnol.31, 510–521 (2013).

11 Benbrook C.M. (2012). Impacts of genetically engineered crops on pesticide use in the U.S.–the first sixteen years. Env. Sciences Europe 24. doi:10.1186/2190-4715-24-24. 

12 Fraser K. Glyphosate resistant weeds – intensifying. Guelph, Ontario, Canadá: Stratus Ag Research; 2013. Disponible en: http://stratusresearch.com/blog/glyphosate-resistant-weedsintensifying/. 

13 Gobierno de Aragón. 2015. Resultados de la red de ensayos de variedades de maíz y girasol en Aragón. Campaña 2014. 
http://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Departamentos/AgriculturaGanaderiaMedioAmbiente/TEMAS_AGRICULTURA_GANADERIA/Areas/FORMACION_INNOVACION_SECTOR_AGRARIO/CENTRO_TRANSFERENCIA_AGROALIMENTARIA/Publicaciones_Centro_Transfer encia_Agroalimentaria/IT_2015/IT_256-

15. pdf 14 Greenpeace. 2008. La coexistencia sigue siendo imposible. http://www.greenpeace.org/espana/es/reports/la-coexistencia-sigue-siendo-i/ 

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