El Glifosato en tu hamburguesa

¿Cómo se alimentan los animales que consumimos? Esta es una pregunta importante, ya que los plaguicidas, los herbicidas o los medicamentos dejan trazas en la carne, la leche y los huevos.



La producción en masa de animales en la Unión Europea depende ampliamente de que sean  alimentados con soja, que en un porcentaje elevado es modificada genéticamente (MG). 
(Fuente: ATLAS DE LA CARNE pág. 44 - 45)

El único  efecto “positivo” de esta modificación genética es que hace que la planta se vuelva resistente al glifosato, un herbicida de amplio espectro utilizado para exterminar cualquier hierba que no esté modificada para tolerarlo. 

El glifosato es el herbicida químico más vendido del mundo. Fue patentado por la compañía estadounidense, Monsanto, en la década de 1970 y es comercializado bajo la marca Roundup. Monsanto, que además es la productora de semillas más grande del mundo, produce más de la mitad del glifosato mundial y la soja resistente al glifosato es el cultivo MG más vendido del mundo.  Actualmente alrededor del 85% de los cultivos MG del mundo son resistentes a los herbicidas y la gran mayoría son variedades del ‘Roundup Ready’ de Monsanto.

La soja resistente al glifosato se cultiva en Sudamérica y Norteamérica en aproximadamente 85 millones de hectáreas, es exportada principalmente a China y la Unión Europea y es utilizada para alimentar aves, cerdos y ganado vacuno en la producción ganadera intensiva. Una laguna en las leyes de etiquetado de productos transgénicos permitió que la carne, los lácteos y los huevos producidos con alimentos MG para animales sean vendidos sin el etiquetado que alerte de su presencia. 

¿Por qué deberían preocuparse de esta situación quienes consumen carne? Porque los residuos de glifosato podrían estar presentes en bajas dosis en los productos provenientes de animales que ingieren y porque existen dudas crecientes acerca de la seguridad sanitaria del compuesto. El problema es que el glifosato es un herbicida sistémico, lo cual significa que se desplaza por la planta hacia las hojas, los granos o las frutas. No puede ser eliminado mediante el lavado ni se descompone mediante la cocción. Sus residuos se mantienen estables en la comida y en los alimentos para animales durante un año o más, aún cuando hayan sido congelados, secados o procesados. 

Los estudios de las industrias ganaderas reconocen que cuando los animales consumen glifosato en cantidades que están permitidas en los alimentos, podría haber una baja cantidad de residuos de glifosato en leche y huevos, como así también en hígado y riñones. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) planea estudiar la cuestión de los residuos de glifosato en los productos derivados de animales. Estos incluyen la carne ya que, teniendo en cuenta el amplio uso del producto en los cultivos forrajeros, “podría esperarse una exposición significativa del ganado al glifosato (...) dando como resultado una acumulación de residuos en los alimentos de origen animal”, anunció la AESA. 



Ya en 1996 - año en que se realizaron los primeros cultivos MG- la Agencia de los Estados Unidos para la Protección del Medio Ambiente (EPA)aumentó el límite legal de residuos de glifosato en la soja de 0.1 mg/kg a 20 mg/kg en 1996, el cual se convirtió posteriormente en el máximo nivel residual del mundo. Esto indica, que las autoridades aumentan los limites permitidos en función del uso creciente de estos insumos. Aunque las evidencias sugieren que el 1% del glifosato permanece en el cuerpo una semana después de la exposición, la exposición al glifosato en la ‘vida real’ (la cual significa una absorción a largo plazo en pequeñas dosis) nunca ha sido investigada. Hasta el
momento, la Unión Europea no ha realizado controles oficiales de residuos de glifosato en la soja MG importada.



La aplicación de glifosato también puede causar problemas por otras razones. A menudo se fumigan grandes extensiones de campo desde avionetas. Esta práctica no toma en cuenta otros cultivos o vegetaciones alrededor de los campos cultivados con soja. Como resultado, la biodiversidad local se ve enormemente afectada. Además, el químico puede penetrar en las aguas subterráneas.La gente que vive en zonas aledañas o que se encuentran en el lugar está constantemente expuesta a las fumigaciones.
 
Esto puede tener consecuencias graves. Hay evidencia de que el glifosato afecta al sistema hormonal del ser humano, lo cual puede producir efectos irreversibles en determinadas etapas de la vida, como lo en el embarazo. También, los herbicidas que contienen glifosato han demostrado ser ‘genotóxicos’, es decir, que interfieren con la habilidad de las células para copiar el ADN con precisión y reproducirlo, lo que aumenta la posibilidad de mutaciones genéticas potenciales
y un mayor riesgo de cáncer. En la provincia argentina de Chaco, los índices de cáncer se han triplicado en la última década. En todas las regiones de cultivo de soja de Sudamérica se ha registrado un aumento de los defectos en el nacimiento. En un estudio en Paraguay se descubrió que los bebés de mujeres que vivían hasta 1km de distancia de los campos fumigados con glifosato tenían más del doble de probabilidades de nacer con defectos. 


1 comentario:

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